Ante nuestros ojos... ella pasea
la cruzamos y también la vivimos…
Su alegría y su tristeza, nos deja...
con confort y con penuria... ¡se atreve!
Acoge y desola… ¡sin avisar...!
Hace y deshace ¡húrganos y se ajusta!
se acomoda, comparte sueños... ¡mima…!
y preocupaciones... nos va dejando…
¡Ay, como nos mola y como fastidia...!
¡Poderosa, arrogante y fatalista....!
más, nos sube y nos baja...
¡Juerguista y moribunda…!
Déjanos, siempre… gran huella de paso...
¡Es solemne en su llegada y partida!
La disfrutamos...juntos...separados,
nos pertenece y a ella nos debemos.
¡Ay, vacilona, saltarina, eres...!
Vivo con tus días, ¡te quiero, créelo!
Cobarde, me regocijo en mis miedos...
Solemnemente… y con fervor... te llamo
te insinúas diciéndome ¡adelante!
Necesito... yo, de tu tiempo...y... ¡Cuánto!
sin más, te grito y te llamo, ¡te imploro...!
y deseo llegar a tu epicentro...
conocerte en profundidad, ¡palparte!
Sentirme libremente... ¡acariciarte...!
Necesitamos todos… de su pulso...
¡Fuertemente...latir!
Cuando desaparezca...se ajará…
la flor… que germinó...
¿Cuántos años...atrás…?
más, nos recordarán…
dejaremos semillas, buenas... malas...
las primeras que floren… nuevo fruto...
Comenzará de nuevo ¡encarnaráse…!
Así… ella, recomenzará ¡ay! LA VIDA…
Asun