Acuden,
no se detienen…
se
insertan en la cabeza
a veces, con gran crudeza
en
nuestra vida... intervienen.
Nos
enjuaga el corazón
de
mariposas lo llenan…
las
campanillas, ¡ay!, suenan…
una
armoniosa canción.
Abre
sus brazos y llega
a
los ojos que le miran
entre
su verdor, respiran
y su
sombra les entrega.
¿Dónde
mirar…? si te veo…
al
lado de mi semblante
¡como
al caballero andante!
de
perfil ¡ay! , te entreveo.
Lloran,
lloran, con tristeza
¡agridulces lentejuelas!
brillan…
como dos estrellas...
y te
miran con nobleza.
Mis
pensamientos…reales…
Un
abrazo.
Asun
.