¡Por volver a verte…!
lo que yo daría…
¡Mi alma... te colmaría…!
te asiría fuerte…
¡Por volver a verte…!
lo que yo daría…
¡No te dejaría…
ni con la vil muerte!
¡Por volver a verte…!
darte yo mil besos
¡De aquellos traviesos…
para distraerte!
¡Ay, padre del alma
turbia esta mi vida
desde tu partida
ya no existe calma!
¡Todos recordamos
tu gran corazón
tú grata misión
jamás olvidamos!
¡Por volver a verte…!
rompería el hielo…
¡Subiría al cielo!
para protegerte!
Como tú lo hacías
con tu gran bondad
¡Ay, padre del alma
por mamá, velad!
Hace un año te teníamos cerca, tú no lo sabías, o al menos te lo callabas, el día seis de abril nos asías las manos y con los ojos cansados pero con esa mirada que te caracterizaba, te despedías con una dulce sonrisa. ¡Cuánto dolor papá! te queremos y nunca te irás de nuestras vidas, porque tu vida está en nosotros y nosotros te pertenecemos.
Un beso inmenso.
Tu ave peregrina.
Esta canción la escuché muchas veces y la sigo escuchando.
Para Ti.