
Entre la avaricia de unos y la vil codicia de otros…gentes desamparadas se ven…
de sus tierras destronadas…
Dicen… que el codicioso y el avaro, a pesar de sus riquezas siguen siendo pobres…
Yo no opino así, el palmito se lo llevan de todas formas…pues COMEN, BEBEN y VIVEN… mientras el pobre condenado, seguirá condenado…en por vida.
También se dice…que uno debe de estar satisfecho con lo que tiene…pregunto… ¿y el que no tiene nada…ni siquiera para comer? ¡A que se agarra!…¡a un palo ígneo…!
A veces decimos y hablamos… pero la realidad es otra…y lo sabemos…solo... el que lo sufre lo sabe…pero…hasta le impiden quejarse.
Os dejo esta reflexión, quizás Sor Cecilia me ayudó un poco a subirla ya que habla sobre la pobreza en su entrada.
Un beso …y feliz fin de semana.