domingo, 10 de enero de 2010

ÁNGELA Y JOSÉ

Un anochecer de invierno, caminaba por la orilla del mar. No hacia ni frío ni calor, pero una suave brisa asperjaba mi semblante. Hacia lo lejos, la luces de la ensenada reflejaban en un mar aquietado y sublime, pocas veces se podía observar de tal forma. Hubo un momento que me vi sola contemplando tal excelsa belleza. Después de media hora en soledad, reflexionando y preguntándome tantas cosas, di vuelta para regresar a casa, y sentada en una pequeña embarcación vi a un hombre, según me acercaba oía unos sollozos de angustia y sin dudarlo me acerqué.

-Señor, necesita ayuda.

-No, gracias, estoy tan solo de paso. Te parecerá extraño –replica-

-¡Oh, no… perdone usted! –contesté-

-Mi nombre es José, ¿Y el tuyo?

-Yo me llamo Ángela –le dije-

¡Celestial nombre!…- exclama-

-Llegué de un viaje largo y encuentro todo esto muy distinto…

-Bueno… -le dije- lleva ya unos años reformada, últimamente apenas le tocaron.

-Que va –dice José- antes las barcas arribaban hasta la misma playa, allí descargábamos nuestra pesca y las mujeres se encargaban de venderla de puerta en puerta….

Quedé un momento sin aire…Y recapitulando me pregunté pero… ¿con quién estoy hablando y de cuando habla?...

Respiré hondo…y me fijé en su embarcación,- lo poco que podía ver con el reflejo de las luces y dos farolas que alumbraban tenuemente- estaba completamente destrozada como si un fuerte golpe de mar la empotrara contra las rocas, me fijé en la vestimenta de José y estaba raída, presentí algo raro, pero no podía pensar…

Sus ojos tristes me miraban…De repente le pregunté-

-José, vive cerca

-Sí, -contesta-en la casita que está pegada a la fuente, mismo girando a la izquierda.

Ya no dudé más, me di cuenta que José era un espíritu o un fantasma, pero me armé de valor y le volví a preguntar…

-¿Y tú familia? ¿Cómo os apodan? – En los pueblos a cada familia se les conocen por un sobrenombre o mote-

-Nos llaman la familia de “los armadores”, pues todos nos dedicamos al mar –contestó-

Todo transcurría tan natural…, sus palabras salían de su corazón, con una grande y verdadera entereza que asustada me dirigí de nuevo:

-José, tengo que regresar a casa, me alegro de conocerte.

Y él con una sonrisa en los labios…-Para mí, también fue un gran placer.

Deseaba llegar a casa, mis piernas temblaban, pues no encontraba palabras, era algo sobrenatural…

Volví a girar la cabeza, y le vi mirándome fijamente, comencé a correr hasta llegar a casa.

Papá y mamá me estaban esperando para cenar.

-Hoy tardaste más de lo habitual, ya estábamos preocupados- dijo mamá-

-Sí, repliqué, me paré con José, “el armador”…

-Pero que dices –alza un poco mamá su voz- si José murió hace unos treinta años en un naufragio, y su cuerpo no pudo ser rescatado.

-Mamá, hoy hablé con él – respondí-

Me notaba nerviosa y me preguntaba ¿El por qué? De su aparición…y a mí…

Esa noche no dormí, al día siguiente anduve hurgando por el pueblo, preguntándole a la gente ya de bastante edad y sobre todos a los que fueron marineros, logré descifrar mi enigma…

Francisco, un señor de casi ochenta años era amigo de José, la casualidad es que el sufrió ese mismo naufragio, pero corrió mejor suerte…

El día de la catástrofe fue un quince de Julio –me contrastó Francisco- se acordaba perfectísimamente pues al siguiente día tenían que llevar la Virgen de procesión… -Ya no pudieron-

Ayer fue el día quince de Julio, hoy día dieciséis, festividad de la Virgen del Carmen… ¡Casualidades!...

Se dice, que los marineros que perecen en el mar y no son rescatados, vuelven a tierra para recordar ese triste día y apoyar a los suyos.


Asun.

4 comentarios:

  1. Cómo te comprendo!
    Dicen que fue por las botas... de los "Tife"; como así me asocian. Nací tras su pérdida, mas con rango de valiente gracias a él.
    P.D.: Tengo una tía, cómo no, llamada Carmen.

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  2. Bom dia queridaaaaaaaaa

    Agradecendo sua visita e te desejar uma semana de paz.
    Beijos na alma............M@ria

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  3. Gracias Bixen y María por vuestra entrada. Bixen siento que tu padre pasase por este pequeño relato que escribí, tu si que puedes expresarlo mejor.Va en su memoria, de corazón.

    Un abrazo agarimoso.

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  4. No fue mi padre, simplemente era de "la familia". Gracias a ti he recordado cosas que tenía casi olvidadas; reforzando mi alma!

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"No somos nada si no estamos prestos a ser sensibles con la humanidad".

Pedro Pantoja Santiago


Gracias por comentar

asun