En un frondoso bosque
un hombre se detiene...
Mira a la bella ninfa…
Recubierta, de hiedra y hermosura…
Ella, yace apegada al árbol
que le escolta, y le escuda…
Sus mechones ondulados se agitan.
Y destella en el lago, su ternura...
Suspira...y le atisba entre la hoja verde…
Vislumbrado él se queda...
De la ondina se prende…
Perpetuando su vida.
Asun
Ave me gusta el poema, un hombre, una mujer, ternura,que mas puedes decir...
ResponderEliminarTe sigo.
Un abrazo.
El amor nos detiene en un instante permanente, qué lindo tu escrito y que sea así.
ResponderEliminarBesos:) nevaditos...